Corría el año '98 y la consola de 64 bits de Nintendo no estaba a cosechar ventas. Tampoco estaba en su momento álgido en cuanto a catálogo, si bien era cierto las grandes exclusivas que salían a cuentagotas derrochaban calidad e ingenio aparte de revoluciuonar los géneros gracias a las 3 dimensiones gráficas.
Entrados en situación, el nuevo proyecto de Rareware consistía en darle vida a un oso que con su inseparable mujer-pájaro descarada emprenderían aventuras a lo largo y ancho de un mundo fantástico. Dicho videojuego se conoce por el nombre de Banjo-Kazooie y se trata de uno de los videojuegos de aventuras en 3 dimensiones que sirvieron de tutoriales para los desarrolladores del género.
Nuestra aventura comienza cuando la bruja Gruntilda secuestra a Tootie, la hermanita pequeña de Banjo para traspasar toda la belleza de una jovencita osita pequeña a una vieja bruja fea y gorda. Para evitar que los malévolos planes de Gruntilda se lleven a cabo, tomaremos la piel de oso perezoso-Banjo y mujer-pájaro descarada Kazooie con los que recorreremos el castillo de la bruja Gruntilda a través de 10 mundos.
La variedad y originalidad del videojuego destaca desde el principio: una montaña en forma de espiral, un astillero y un enorme barco en una envenenada agua o hasta un entrañable árbol que recorreremos indiferentemente durante las cuatro estaciones son sólo algunos ejemplos de los lugares en los que recorreremos nuestras aventuras. Esto por no contar la gran variedad y gama de enemigos: toros, duendes, muñecos de nieve, cangrejos... ¡hasta zanahorias!
El juego también se guarda un enorme arsenal de objetos que iremos recogiendo por el camino. Huevos para lanzar, anillos para aumentar los panales de vida, piezas de puzle para coleccionar... además conoceremos diferentes amigos a los que tendremos que ayudar y que llegado a cierto momento, nos recompensarán. Además un topo nos ayudará a progresar enseñándonos nuevas habilidades con las que superaremos todo tipo de obstáculos.
A medida que vayamos jugando nos daremos cuenta de todo lo que el juego ofrece y de las tareas principales que habrá que realizar en cada mundo. Conseguir las 100 notas musicales, los 5 jinjos, las 10 piezas de puzle será el objetivo principal pero para ello necesitaremos de dar todo lo que nuestros personajes pueden dar de sí y divertirnos mientras exploramos y disfrutamos de todas las sorpresas que nos trae preparadas Banjo-Kazooie.
Por último destacar las "voces" del juego, las cuales se limitan a ofrecer unos simpáticos sonidos como si del tipo de personaje que habla se tratase. Más gracioso aún es cuando presionamos el botón A y dejamos que la voz de nuestro personaje se "agudice" para darle prisa a hablar. Los diálogos también tienen pinta de ser de lo más gracioso pero no puedo dar mucha opinión ya que el juego data de 1998, fecha en que los Nintendo no conocían todavía de la lengua de Cervantes. Y ojo, avisado quedas de que cerca del final del juego habrá una sesión de preguntas en perfecto inglés que tendrás que resolver por tus propios medios. Ni que decir que lo más difícil te será entender las preguntas.
No quiero terminar esta publicación sin dejaros en lo que a mi juicio se trata de la mejor battalla final de un videojuego. Risas, emoción y dobre todo diversión están garantizadas.
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