Halloween, 31 de octubre, fecha señalada para muchos jóvenes. Niños disfrazados de personajes del mundo del terror, timbrando en las casas del barrio para pedir caramelos a sus vecinos bajo la consigna del ¡TRUCO O TRATO!
Ambientado en tal día se encuentra Costume Quest, un RPG de la mano de Double Fine, desarrolladora que dirige el gran Tim Schafer, al cual se le ocurrió la genial idea de mezclar un estilo de juego RPG, el cual está pensado para los jugadores más "hardcore", con un argumento nimio, superficial e infantil como las aventuras de niños disfrazados durante el día de Halloween. Costume Quest tuvo luz verde a finales del 2010.
La amplia variedad de misiones, el nivel de exploración que ofrecen los mapas y un sistema de combate muy entretenido, entre otros aspectos, hacen de Costume Quest un título completamente digno de ser jugado.
Ambientado en tal día se encuentra Costume Quest, un RPG de la mano de Double Fine, desarrolladora que dirige el gran Tim Schafer, al cual se le ocurrió la genial idea de mezclar un estilo de juego RPG, el cual está pensado para los jugadores más "hardcore", con un argumento nimio, superficial e infantil como las aventuras de niños disfrazados durante el día de Halloween. Costume Quest tuvo luz verde a finales del 2010.
¿Truco o trato?
Reynold su hermana Gwen salen el día de Halloween a pedir caramelos a sus vecinos, cuando llegaron a una casa en la que salió un goblin y secuestra a la chica. Reynold se marchó corriendo a pedir ayuda, pero en el camino, se cruzó con una bruja, la cual le lanzó un hechizo, derribándolo y despojándole de su disfraz de robot. Más tarde, ya recuperado, se encuentra con un goblin en un callejón, el cual tiene el disfraz que Everett había perdido; se las arregla para ponérselo y se da cuenta que el propio disfraz ha adquirido poderes mágicos: Everett se transforma en un robot gigante (estilo Transformers) y lucha contra el goblin en cuestión. A partir de este punto empieza una aventura en la que Everett, junto con sus amigos, tratará de rescatar a su hermana.La amplia variedad de misiones, el nivel de exploración que ofrecen los mapas y un sistema de combate muy entretenido, entre otros aspectos, hacen de Costume Quest un título completamente digno de ser jugado.
Algo más que un rescate
Además de las misiones principales, habrá otras que nos ayudarán a prolongar las escasas horas que dura este título. Por ejemplo, ganar caramelos en el minijuego de coger manzanas con la boca o realizar recados de la gente que pulule por el escenario. Los caramelos son el equivalente a la experiencia adquirida en un RPG.
¡Que nadie toque mi disfraz!
La mayor parte del tiempo vamos a estar dándonos de hostias, eso es algo que debemos tener muy claro. Ahora bien, hay que pensar en la forma de hacer más pupa recibiendo muy pocos palos. Los disfraces que nuestros protagonistas lleven puestos son llevados a la batalla; por ejemplo, si uno de los personajes lleva un disfraz de robot, presentará batalla transformado en robot. Cada disfraz tiene sus propias habilidades, y a "bote pronto" se distinguen tres tipos: ataque, defensa y apoyo. Hay que buscar la combinación ideal para que, en un combate por turnos, podamos triunfar sin problemas.
Antes del combate, es mejor planificar los disfraces que quieres que lleven los personajes, para que haya un equilibrio en las tres disciplinas. Se debe tener en cuenta que conforme avance el juego, más fuertes serán los enemigos y más duros serán. Es por eso que el sistema de combate no está hecho para jugadores "casuals".
Valoración
A pesar de que en este juego no aparecen caballos ni tampoco zanahorias, desde Hipódromo Zanahoria consideramos este juego como algo a lo que todo el mundo debería jugar, no sólo por su toque desenfadado ni porque un RPG es un juego muy llamativo para los jugadores del género, sino por su sencillez para llevar a cabo todas las misiones y también por sus gráficos cartoon. Está claro que es un juego que ha sido desarrollado con un presupuesto muy limitado pero, aun así, no es motivo para que Costume Quest no tenga un hueco en nuestra agenda gamer.
Lo malo del juego es que las misiones se repiten en los tres escenarios que vamos explorando. Para pasar de un escenario a otro, tenemos que haber timbrado a todas las puerta para hacer el truco o trato, y ya en el tercer escenario resulta cansino, junto con las misiones secundarias que son también del mismo palo, entre ellas, por supuesto.
No vamos a contaros más sobre el juego porque queremos que lo probéis vosotros. Una última recomendación: las zanahorias son bastante más saludables que los caramelos!
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